En 2007 cumple el vigésimo quinto aniversario desde su fundación
Mercamadrid, el fondeadero alimentario de la Comunidad de Madrid
Son las seis menos cuarto de la mañana y la gran ciudad a duras penas se despereza del letargo de la noche. Las arterias principales de Madrid presentan un inusual aspecto descongestionado de tráfico, pero en Mercamadrid es la hora punta o más bien los estertores de una dura jornada de trabajo que ha dado comienzo, para la gran mayoría de los singulares habitantes de esta urbe alimentaria, a las dos de la mañana. La jornada laboral se inicia a primeras horas de la noche con la llegada de la mercancía a las diferentes naves, que posteriormente se coloca en los atestados expositores de los Mercados centrales, que en pocas horas recibirán la visita de cientos de compradores, por lo que es vital la rapidez y la agilidad mental para realizar operaciones de compra y venta en tiempo real.
Desde dentro
Para el frutero José Redruejo, uno de los más veteranos en Mercamadrid, donde tiene instalada su nave de plátanos desde los orígenes del polígono, que lleva dedicándose al negocio “desde los 5 años” y no duda en afirmar que le “encanta el mundo de los plátanos”, el principal debe radica en que “el consumidor habría de ser consciente de sus obligaciones como tal y no recurrir siempre al tópico del cliente tiene la razón”, en relación a las desaforadas demandas de ciertos detallistas. A pesar de sus presumibles quejas mantiene un aspecto jovial y afable y junto a su hijo se mantiene al frente de una empresa familiar que les reporta “364 días de trabajo al año y una media de 9 a 10 horas diarias de ardua labor”. Entre las curiosidades de atender una variopinta demanda de productos, Ricardo Robles, un ex futbolista y ahora subdirector de Serpeska, “cuando la gente ha estado de vacaciones en sitios exóticos luego acuden al mercado y nos solicitan productos que consumieron allí y que les gustaron”. El nivel de los precios no se estipula en función de las pujas, como sí sucede en las lonjas de las costas, sino que “la propia demanda de los clientes nos orienta a la hora de establecer los precios” comenta Robles. El denominador común del asistente diario “son profesionales del sector que conocen muy bien los productos y reclaman calidad y un excelente servicio” tal y como confirma Sandra Sitjar de la empresa Cultivar, una entidad familiar que se dedica a importación y distribución de frutas y hortalizas frescas, que lleva presente 10 años en Mercamadrid y más de 30 en Mercabarna.
Algo más que un simple mercado
Mercamadrid no se limita únicamente a la puesta en común de la oferta y la demanda de alimentos de primera necesidad entre productores y detallistas sobre un marco común, allí se dan cita un gran número de profesionales más o menos cualificados, carretilleros, transportistas, intermediarios, carretilleros, conductores de camiones, técnicos frigoristas, responsables de almacenamiento, pasando por bancos, restaurantes, gestorías y hasta múltiples loteros que, apostados en zonas clave, forman un singular entorno urbano en constante e incesante movimiento. Desde el Centro Administrativo, una suerte de eje de oficinas que gestiona el centro, multitud de profesionales vela por el perfecto funcionamiento de un polígono alimentario que durante 365 días al año contempla como por sus calles se mueve diariamente una afluencia media de vehículos que en ocasiones llega a superar los 15.000, así como unos 18.000 compradores, además de contar con una recién inaugurada línea de autobuses circular.
Vigésimo quinto aniversario
Mercamadrid se fundó en 1982 y desde entonces su continua evolución ha desembocado en las 176 hectáreas de terreno actuales, cerca de 1,8 millones de metros cuadrados, que se prevén ampliar en los próximos ejercicios con la ejecución del denominado Mercamadrid Tecnológico, al que se destinarán alrededor de 453.000 m2. Una ampliación que según palabras del Alcalde de Madrid, D. Alberto Ruiz Gallardón, el día de la presentación del proyecto supondrá que “Mercamadrid va a crecer en todos los sentidos: superficie, en zonas verdes, en servicios, en productos, en infraestructuras y en equipamientos”. En este proyecto se incluirán zonas habilitadas para la comercialización de nuevos productos, tales como Vinos, Aceites, productos lácteos, Flores y plantas, secaderos de jamón, congelados, ahumados, salazones y un sinfín de nuevas adenda que cumplimentarán la ya de por sí variada oferta de un polígono que se perfila como el primer mercado en suelo de España y Europa, además de ser el segundo mercado de pescado más importante del mundo tras el de Tokio.
Los productos más solicitados
Entre los productos más comercializados en 2006 se encontraron las naranjas con más de 180.000 toneladas, seguidas de manzanas y plátanos. En cuanto a las hortalizas los tomates con cerca de 130.000 toneladas se llevaron la palma por delante de las lechugas y cebollas. En cuanto al pescado, la merluza con 12.000 toneladas fue la más demandada junto a la pescadilla y la sardina. Los mejillones y productos congelados precocinados, fueron los que mayor volumen de negocio obtuvieron en las secciones de mariscos y productos de la pesca congelados. El volumen de transacciones comerciales en 2005 supero los 3.200 millones de euros, una cifra que testimonia el buen funcionamiento del polígono alimentario de la Comunidad de Madrid, compuesto en la actualidad por más de 700 empresas.
En constante evolución
Uno de las principales apuestas del organismo gestor de Mercamadrid ha sido la creación en 2003 de la Fundación, que entre sus principales facultades radican en la formación, la calidad, la marca, el I+D y la innovación tecnológica, entre otros detalles. Por ello, de forma periódica se fomentan la potenciación de cursos y seminarios de perfeccionamiento, que se imparten en un centro docente con aulas teórico-prácticas, donde se tratan, en otros temas, la calidad alimentaria, la seguridad de la industria y la protección de productos y de las empresas. Además, los detalles y pequeñas Pymes pueden acudir a la Oficina del Defensor del Minorista y Usuario, donde son orientados hacia el perfecto funcionamiento de sus actividades. Por otro lado, se ha lanzado recientemente la iniciativa “Compro en Mercamadrid” un distintivo de calidad de libre adscripción para comercios y establecimientos cuyo distintivo lucen más de 1000 establecimientos en la actualidad.
Importancia estratégica
El polígono que originariamente se creó para abastecer a la Comunidad de Madrid, tras diversos pasos por diferentes enclaves geográficos de la ciudad, se ha convertido en el lugar idóneo de abastecimiento de productos de primera necesidad de todas las provincias colindantes e, incluso, de Portugal. El área de influencia estimada de unos 300 kilómetros, acoge una población de abastecimiento de mercancías que supera los 10 millones de habitantes. Grandes cadenas como El Corte Inglés, Supersol, Ahorra Más, Makro, Alcampo y Caprabo, entre otras, realizan operaciones de forma continuada desde el polígono, para surtir a sus respectivos centros.
Mercamadrid, el fondeadero alimentario de la Comunidad de Madrid
Son las seis menos cuarto de la mañana y la gran ciudad a duras penas se despereza del letargo de la noche. Las arterias principales de Madrid presentan un inusual aspecto descongestionado de tráfico, pero en Mercamadrid es la hora punta o más bien los estertores de una dura jornada de trabajo que ha dado comienzo, para la gran mayoría de los singulares habitantes de esta urbe alimentaria, a las dos de la mañana. La jornada laboral se inicia a primeras horas de la noche con la llegada de la mercancía a las diferentes naves, que posteriormente se coloca en los atestados expositores de los Mercados centrales, que en pocas horas recibirán la visita de cientos de compradores, por lo que es vital la rapidez y la agilidad mental para realizar operaciones de compra y venta en tiempo real.
Desde dentro
Para el frutero José Redruejo, uno de los más veteranos en Mercamadrid, donde tiene instalada su nave de plátanos desde los orígenes del polígono, que lleva dedicándose al negocio “desde los 5 años” y no duda en afirmar que le “encanta el mundo de los plátanos”, el principal debe radica en que “el consumidor habría de ser consciente de sus obligaciones como tal y no recurrir siempre al tópico del cliente tiene la razón”, en relación a las desaforadas demandas de ciertos detallistas. A pesar de sus presumibles quejas mantiene un aspecto jovial y afable y junto a su hijo se mantiene al frente de una empresa familiar que les reporta “364 días de trabajo al año y una media de 9 a 10 horas diarias de ardua labor”. Entre las curiosidades de atender una variopinta demanda de productos, Ricardo Robles, un ex futbolista y ahora subdirector de Serpeska, “cuando la gente ha estado de vacaciones en sitios exóticos luego acuden al mercado y nos solicitan productos que consumieron allí y que les gustaron”. El nivel de los precios no se estipula en función de las pujas, como sí sucede en las lonjas de las costas, sino que “la propia demanda de los clientes nos orienta a la hora de establecer los precios” comenta Robles. El denominador común del asistente diario “son profesionales del sector que conocen muy bien los productos y reclaman calidad y un excelente servicio” tal y como confirma Sandra Sitjar de la empresa Cultivar, una entidad familiar que se dedica a importación y distribución de frutas y hortalizas frescas, que lleva presente 10 años en Mercamadrid y más de 30 en Mercabarna.
Algo más que un simple mercado
Mercamadrid no se limita únicamente a la puesta en común de la oferta y la demanda de alimentos de primera necesidad entre productores y detallistas sobre un marco común, allí se dan cita un gran número de profesionales más o menos cualificados, carretilleros, transportistas, intermediarios, carretilleros, conductores de camiones, técnicos frigoristas, responsables de almacenamiento, pasando por bancos, restaurantes, gestorías y hasta múltiples loteros que, apostados en zonas clave, forman un singular entorno urbano en constante e incesante movimiento. Desde el Centro Administrativo, una suerte de eje de oficinas que gestiona el centro, multitud de profesionales vela por el perfecto funcionamiento de un polígono alimentario que durante 365 días al año contempla como por sus calles se mueve diariamente una afluencia media de vehículos que en ocasiones llega a superar los 15.000, así como unos 18.000 compradores, además de contar con una recién inaugurada línea de autobuses circular.
Vigésimo quinto aniversario
Mercamadrid se fundó en 1982 y desde entonces su continua evolución ha desembocado en las 176 hectáreas de terreno actuales, cerca de 1,8 millones de metros cuadrados, que se prevén ampliar en los próximos ejercicios con la ejecución del denominado Mercamadrid Tecnológico, al que se destinarán alrededor de 453.000 m2. Una ampliación que según palabras del Alcalde de Madrid, D. Alberto Ruiz Gallardón, el día de la presentación del proyecto supondrá que “Mercamadrid va a crecer en todos los sentidos: superficie, en zonas verdes, en servicios, en productos, en infraestructuras y en equipamientos”. En este proyecto se incluirán zonas habilitadas para la comercialización de nuevos productos, tales como Vinos, Aceites, productos lácteos, Flores y plantas, secaderos de jamón, congelados, ahumados, salazones y un sinfín de nuevas adenda que cumplimentarán la ya de por sí variada oferta de un polígono que se perfila como el primer mercado en suelo de España y Europa, además de ser el segundo mercado de pescado más importante del mundo tras el de Tokio.
Los productos más solicitados
Entre los productos más comercializados en 2006 se encontraron las naranjas con más de 180.000 toneladas, seguidas de manzanas y plátanos. En cuanto a las hortalizas los tomates con cerca de 130.000 toneladas se llevaron la palma por delante de las lechugas y cebollas. En cuanto al pescado, la merluza con 12.000 toneladas fue la más demandada junto a la pescadilla y la sardina. Los mejillones y productos congelados precocinados, fueron los que mayor volumen de negocio obtuvieron en las secciones de mariscos y productos de la pesca congelados. El volumen de transacciones comerciales en 2005 supero los 3.200 millones de euros, una cifra que testimonia el buen funcionamiento del polígono alimentario de la Comunidad de Madrid, compuesto en la actualidad por más de 700 empresas.
En constante evolución
Uno de las principales apuestas del organismo gestor de Mercamadrid ha sido la creación en 2003 de la Fundación, que entre sus principales facultades radican en la formación, la calidad, la marca, el I+D y la innovación tecnológica, entre otros detalles. Por ello, de forma periódica se fomentan la potenciación de cursos y seminarios de perfeccionamiento, que se imparten en un centro docente con aulas teórico-prácticas, donde se tratan, en otros temas, la calidad alimentaria, la seguridad de la industria y la protección de productos y de las empresas. Además, los detalles y pequeñas Pymes pueden acudir a la Oficina del Defensor del Minorista y Usuario, donde son orientados hacia el perfecto funcionamiento de sus actividades. Por otro lado, se ha lanzado recientemente la iniciativa “Compro en Mercamadrid” un distintivo de calidad de libre adscripción para comercios y establecimientos cuyo distintivo lucen más de 1000 establecimientos en la actualidad.
Importancia estratégica
El polígono que originariamente se creó para abastecer a la Comunidad de Madrid, tras diversos pasos por diferentes enclaves geográficos de la ciudad, se ha convertido en el lugar idóneo de abastecimiento de productos de primera necesidad de todas las provincias colindantes e, incluso, de Portugal. El área de influencia estimada de unos 300 kilómetros, acoge una población de abastecimiento de mercancías que supera los 10 millones de habitantes. Grandes cadenas como El Corte Inglés, Supersol, Ahorra Más, Makro, Alcampo y Caprabo, entre otras, realizan operaciones de forma continuada desde el polígono, para surtir a sus respectivos centros.
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